Felipe es aquella persona que
convierte mis días grises en un arcoíris,
tiene una personalidad increíble, un sentido del humor fenomenal y una
paciencia inigualable.
Nuestros encuentros casuales
empezaron con unas simples rosas, nos encontramos en unos quince años, ya con mis 16 años estábamos en mi primera
fiesta, ese día nos conocimos, se robó todo los centros de mesas para dármelos,
así comenzó todo, se enamoró de una “niña linda” así me afirma él.
Él me coqueteaba, me molestaba,
hasta que un día con una amiga decidimos salir, ella nos
quedó mal y quedé yo con esa
responsabilidad, lo que él no sabía es
que también le gustaba a ella, ese era
el único inconveniente; ella tan solo tenía 14 años y el 22 esa relación
era algo imposible.
Con salidas casuales empezó todo,
risa vienen y van, un solo beso bastó para enganchar nuestro amor, un hombre
meticuloso planeaba cada cosa, para que fuéramos novios, tres meses de salidas
y hoy son 19 meses cumplidos de estar juntos.
Perdí una amiga pero gané un gran
ser, que ha sabido valorarme, amarme, quererme
y ayudarme en todo momento.
Es mi primero en todo; mi primer
amor, con el tuve mi primera rumbeada, mi
primera acampada, mi primera noche bajo
las estrellas; no mi primer beso, pero
sí el más sincero, además es mi primer te amo, es mi inmenso amor.
Su alegría contagiosa es quizás
por su estilo de vida, desde sus trece años es Scout, su grupo 808 delfines, le
ha dado la oportunidad de formarse, ser colaborador y servicial, además de
darle un rumbo a su vida.
Felipe Duarte Correa es
paisa, pero criado en Cali, defensor
total de su ciudad “la eterna
primavera”, a diario lucha por
lograr sus muchos sueños y de cumplir con la expectativa diaria de sobrevivir
en la sucursal del cielo.
Su mayor sueño es estudiar
teatro, lucha a diario por ello, él es echado para adelante, criado con verraquera y perrenque;
enseñado a no darse por vencido en ninguna circunstancia.
Es un ser humano mimado,
machista, sobre protector, ordenado, pero ante todo valora la
sinceridad de las personas que lo
rodean, vive con sus padres y hermana; cuando se trata de
cocinar en el monte es un chef
exquisito, pero en una cocina se le quema el agua.
Posee una colección de:
sombreros, insignias scout, pañoletas de diferentes países.
Hoy con 24 años de edad posee
un trabajo estable, pero está en busca
de uno nuevo que le
permita realizar su deseo de
estudiar artes dramáticas, ver su nombre en los mejores teatros del mundo.